sábado, 27 de septiembre de 2008

Recuerdo de tus cabellos en verano

El fuego sobresale de sus limites.
La canción finita ubicada entre mesas y una silla.
La carne dulce al fondo del plato salado
sigue pasando como la bebida, como dos
ojos tristes y hermosos despidiéndose
por la noche bajo las estrellas del verano.

Y los domingos, horas perdido aguardando
la nostalgia. / Es tan tarde para cantar
tu nombre.
Pero mañana,
¿será temprano?

Aguardando por las horas infinitas,
esperando las llamadas de las noches
las ramas de los árboles encendidas,
las estrellas lejos de todos los cielos
los extraños cerca del amor y del deseo.

Todos duermen a estas horas de la noche,
porque es tan tarde para ver el fuego
/ de tu recuerdo y de tus ojos
tan tarde para llorar o decirte al viento donde estoy.
Pero mañana, será temprano
/ para nuestras vidas, nuestros hijos.
Y el rencuentro.
Virginia 29/6/03.

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