Estas
Sentada sobre un banco de peces
Sobre la naturaleza muerta del mundo
Sobre mi piel y ese espacio intermedio que me cubre
Sobre mis ropas
Sobre mi sexo,
Moviéndote.
domingo, 25 de enero de 2009
jueves, 15 de enero de 2009
nuestros desiertos
Estuvimos solos.
En el medio de los médanos eternos,
Nos vimos internamente.
Fue difícil, pero fue.
Estuvimos solos.
Pensando cada quien en sus injusticias
Pensando cada quien en eliminarlas
cada día.
En el medio del médano el mundo parecía mundo,
los relojes se detuvieron cinco minutos
hasta que vimos nuevamente
que seguíamos solos.
Somos dos animales viviendo lejos.
Estuvimos solos en nuestros desiertos,
En la pampa de las ánimas,
Y creo que estaremos solos toda nuestra vida.
En el medio de los médanos eternos,
Nos vimos internamente.
Fue difícil, pero fue.
Estuvimos solos.
Pensando cada quien en sus injusticias
Pensando cada quien en eliminarlas
cada día.
En el medio del médano el mundo parecía mundo,
los relojes se detuvieron cinco minutos
hasta que vimos nuevamente
que seguíamos solos.
Somos dos animales viviendo lejos.
Estuvimos solos en nuestros desiertos,
En la pampa de las ánimas,
Y creo que estaremos solos toda nuestra vida.
mi otoño
Tu nombre: Un halo de silencio
recorre el espacio de mi cuarto tenue
y el viento fuerte se transforma en la suave brisa
de las mañanas y de las noches.
Tantas palabras se dijeron entonces.
En aquel momento tu lengua era el terciopelo húmedo
y suave,
y tu y yo éramos entonces dos vasos llenos de licor,
dos bocas llenas de esperanza y de alcohol.
Hoy solamente somos dos personas que se van alejando.
Y la brisa es entonces, la última esperanza
de mi otoño.
recorre el espacio de mi cuarto tenue
y el viento fuerte se transforma en la suave brisa
de las mañanas y de las noches.
Tantas palabras se dijeron entonces.
En aquel momento tu lengua era el terciopelo húmedo
y suave,
y tu y yo éramos entonces dos vasos llenos de licor,
dos bocas llenas de esperanza y de alcohol.
Hoy solamente somos dos personas que se van alejando.
Y la brisa es entonces, la última esperanza
de mi otoño.
aritmia
11/09/05
Fue domingo por la tarde
Al momento en que me empezó a doler el corazón.
Sentí un dolor agudo en cada respiración.
La tranquilidad se inquietó tanto.
Respiré hondo,
tomé ansioso las pastillas
sentí la misma ligera desesperación.
No quiero pensar en ella.
Es entonces cuando cierro los ojos para ver mi angustia,
El mayor de los retos de mi más potente ansiolítico.
Acepto que tu presencia
es capaz de reducir mis más altos ritmos cardiacos, y es capaz de mandarlos
a la misma mierda.
Fue domingo por la tarde
Al momento en que me empezó a doler el corazón.
Sentí un dolor agudo en cada respiración.
La tranquilidad se inquietó tanto.
Respiré hondo,
tomé ansioso las pastillas
sentí la misma ligera desesperación.
No quiero pensar en ella.
Es entonces cuando cierro los ojos para ver mi angustia,
El mayor de los retos de mi más potente ansiolítico.
Acepto que tu presencia
es capaz de reducir mis más altos ritmos cardiacos, y es capaz de mandarlos
a la misma mierda.
martes, 13 de enero de 2009
incoherencias
Yo nunca escribí para vos.
Cada una de las noches vacías
eran para cada hoja de papel desperdiciada con tu nombre.
Y tu rostro sigue estampado
en mi.
Cada vez que te veo
cada día una y otra vez
una y otra vez
sé que fui tan repetitivo
(una y otra vez recordandote)
es que pensar en vos
fue la mayor de mis incoherencias habladas,
pensadas,
escritas
(una y otra vez, una y otra... vez)
Cada una de las noches vacías
eran para cada hoja de papel desperdiciada con tu nombre.
Y tu rostro sigue estampado
en mi.
Cada vez que te veo
cada día una y otra vez
una y otra vez
sé que fui tan repetitivo
(una y otra vez recordandote)
es que pensar en vos
fue la mayor de mis incoherencias habladas,
pensadas,
escritas
(una y otra vez, una y otra... vez)
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