jueves, 26 de noviembre de 2009

sturm und drang

Los límites de tiempo y espacio también se mueren.
en cada momento nunca limitamos la intensidad de las palabras
los actos se hicieron repetitivos
en cada momento que estaba presto a morir
como uno mismo.

en los espacios cercados por las mismas ganas de lo ilimitable
en el círculo que se cierra cada día
cada noche
en cada caos y estruendo
en cada tormenta y en cada fuego
en mi sturm und drang
en mi tormenta e ímpetu
solo pequeños espacios de tiempos muertos
tirados por las calles sucias donde anoche anduve simplemente intentando vivir cada día
como el ultimo.

pero en la libertad encontramos
nuestro mayor límite
en nuestro propio cuerpo el límite más estúpido
a mi propio
ímpetu
a mis propias necesidades de morir decentemente
sin tener que escuchar día a día los putos latidos
de mi débil corazón,
de mi débil cuerpo,
de mi debilidad frente a las substancias
de este intenso
mundo.

vivir me lleva a la muerte
día a día
a la muerte de mis momentos y mis espacios
a la muerte de mis tormentas más puras
de la intensidad de mi fuego inapagable
de mi música fuerte
de mi más completa anarquía
de mi más completo rechazo al mundo
a la decadencia de los estados
de los ánimos
de las ganas de vivir intensamente solo como una forma eterna e idiota de morir cada noche de la más temible
taquicardia sinusal.

viernes, 13 de noviembre de 2009

confesió de un jueves por la mañana

todo es demasiado confuso en este momento,
las luces de mis ojos
no son mas luces sino oscuridad que se obtiene en cada pestañeo
en cada dolor intenso de cabeza
en cada dopamina fuera del lugar de su neurona
en cada proceso irreversible de insanía
cierro los ojos, no logro dormir
eres solamente un pensamiento agotador
un deseo infernal de descansar al lado tuyo.

cada día que pasa es un fondo más en este tunel.
cada momento que necesito de algo es
un sorbo de agua tragado
un bocado de harina y manteca bajando por la vía tráquea
levanto la cabeza para ver mi mundo
milésimas de segundo encontradas buscando su ente regulador
buscando un orden en mis ojos que solo saben
cerrarse

es tan caótico este caos
interno
es tan absurdo vivir fuera de lo que
normalmente conocemos por realidad:
no distingo mis ojos abiertos
de mis ojos cerrados
no distingo de tu cuerpo cuando es real o si me lo imagino
no distingo mis migrañas de un momento de cordura
me acostumbré
a saber que la realidad
no es más que una construcción de mi propio
mundo de caos y dolor.

confieso que caí en la demencia,
que no escribo palabras que no sienta ni que imagine
o que deje de imaginar
que el hambre motiva
mi más estúpido dolor.