lunes, 5 de julio de 2010

historia

Hace tiempo existían seres humanos hermosos agrupados en torno a un mismo espacio geográfico que no era eterno. Las personas vivieron por algún motivo nada más que una única generación, los hijos e hijas que nacieron en aquel lugar de personas hermosas no pudieron vivir más con sus padres y madres, los bosques frondosos se jutaban entonces con los desiertos más secos, las montañas se veían dede el mar, y el mar se juntaba con el cielo todos los días a las seis.

Pero nada era eterno.

La palabras entonces no se escribían. Las cosas cumplían solo sus roles básicos e inmediatos, y la felicidad era más que una idea, un estado.

Las lágrimas caían hasta formar ríos hermosos, ríos que ahora están completamente secos.

Por algún motivo que si fue eterno naciste,
en la mitad de aquel evento dejando tus huellas materiales enterradas en lo más profundo de la tierra que te hizo morir para volver a nacer.

Nuestra sangre entonces era pura al igual que tus ojos del color de nuestra tierra. Tus huellas fueron enterradas, y tu cuerpo se hizo polvo que enriqueció las plantas y los animales más hermosos. Tu energía se juntó con las montañas nevadas llenas de llamas y alpacas, ardillas y vizcachas, los cielos tenían aves migratorias, flamencos rojiblancos y águilas de cabeza blanca surcaban nuestras cabezas.

Entonces luego que perdimos la sangre, perdimos la vida.
Tu vida se disipó y se perdió de la mía, miles de años atrás.
la vida no es eterna, pero si el amor que nos unió en ese paisaje antiguo y antioccidental.

Luego tu naciste en un lugar ahora dividido en paises,
en un subcontinente injustamente partido y nuestra ciudad, destruida bajo toneladas de arena y barro.
Volviste a nacer esta vez lejos de mi.
Pero felizmente, naciste.
La hermosura de nuestras culturas se reflejaron en tu piel
y la diferencia con la mía son ahora
las diferencias que nos dio la injusta vida
sin cielo ni infierno, solos en un mundo reconstruido
solos en un desierto que esta vez si fue eterno.

Para amarte, Ana Lucía, necesité dos vidas y miles de años
miles de años más esperaré para volver a morir
a tu lado.

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