viernes, 30 de julio de 2010

historia sin nombre

Historia:
dos personas caminan, pensando cada quien en la otra.
cada una buscando la otra con las manos y los ojos,
cada una deseando
a la otra,

con los ojos, se buscan incansablemente cada vez que caminan y cada vez que no,
las pisadas se van haciendo siempre más pequeñas y más grandes
el tiempo pasa, los gobiernos terminan
la vida se vuelve tranquila e interminable en el transcurso de esta historia,
las calles no tienen nombre para nadie
y se vuelven tristes contemporáneas de la más puta de las contradicciones geográficas.

(las dos personas se siguen buscando, con la mirada, en vano).
Los jardines son en invierno puñados de hojas secas,
los montes son verdes cada vez que tu los miras, y eso es justamente lo que
yo no puedo hacer contigo, mirarlos,
vivir en los montes donde tu nunca estuviste,
luchar por una causa sin nombre o morir por ella,
crear viciosamente nuevos espacios de lucha
cerrar capitulos de luchas perdidas y victorias falaces
pensar que tu y yo alguna vez si caminamos juntos, de la mano
pensar que ahora camino lejos de tu lado,
que nuestros hemisferios están ahora separados
por el ecuador.
Te sigo buscando con la mirada, pero es en vano, porque no estas aqui.

II
(una voz sin tiempo ni espacio, dice)
El tiempo solo es tiempo cuando transcurre,
y yo aun vivo aquel día en el que te amé y te amé,
y por eso ahora mi amor
es eterno.
El espacio solo es espacio cuando se siente y se pisa,
cuando te separa,
cuando se agranda
entonces lo que nos separa es simplemente
un espacio sin tiempo
un anacronismo geográfico,
linda,
un conjunto de elementos abstractos con repercusiones
concretas,
un puñado de estupideces que se disipan con la simple voz
de tu boca,
y una palabra tuya
es entonces el alimento perfecto de los indomables,
la causa,
el efecto,
un pedazo de limbo
y la dialéctica se vuelve entonces
la total armonía.

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