martes, 4 de agosto de 2009

declaración

Aun recuerdo la suavidad de tu lengua.
tuve tanto miedo de tocarla con la punta de
mi lengua
te vi a los ojos, tuve miedo
el miedo que la primera vez me hizo rechazarte.

rompí mis propios esquemas y preconcepciones mentales contigo.
salí de lo más profundo de mis abismos
los fui escalando roca a roca
para darme cuenta que ahora
te besaría nuevamente,
como a un ser que viene de otro mundo
a liberar
naciones oprimidas,
mundos subyugados
a liberar a mi mente reprimida.

me sentí tan libre de saber que me gustaron tus labios
de compartir contigo la amargura de mi
cocaina,
de darte de oler una y otra vez conla punta de mis llaves
y escuchar el arrastre de tu nariz y tu garganta reseca
mojada con los sorbos del ron rubio que nos unió
por tanto tiempo,
por tantos años,
por milenios desentregados.

te ví esa noche en mi auto azul,
los dos solos,
llegaste a mi boca y lidiaste con mi miedo represor de las ganas de devolver la suavidad de tu lengua.

entonces extrañaba tanto a una mujer y no pensaba en tí
como debí haber pensado desde antes, dejando de lado
mi propia y puta represión,
hermano mío, amigo y
compañero.

No hay comentarios: