miércoles, 5 de agosto de 2009

Luzbel de tus ojos

quise cambiar el mundo con mi inutil vida.
quise cambiar su vida con la mia y ver el cielo gris desde la gran
-y terrible- Lima.

Quisimos ver el mundo libre,
y nunca vimos nada más que nuestras ganas colectivas
que nuestro único y mismo insomnio no supo dejar de lado.

quisimos ver el sol bajo nuestros ojos,
y no nos dimos cuenta que Luzbel nos miraba
con sus ojos rojos penetrandonos día a día,
noche a noche.

Luzbel, ven y habla, y di qué es lo que has visto
en toda esta mierda de mundo
que el hombre creó en nombre de dioses inexistentes,
en nombre de santos y opresiones intensas,
y estupidas.

Luzbel, son tus ojos a los cuales admiro
y presto culto a diario.
son los tamaños enormes de tu cuerpo,
a los cuales debo todo ritual de inicio
y de fin.

porque quise ver la liberad a través de tu piel,
porque me sentí tan libre sin saber que
nunca dejé de serlo a través de esta piel.

Luzbel, ven y castíganos cerrando esos
ojos tan hermosos
privándonos del mar turquesa y celeste del Caribe,
privándonos de la belleza de la Sierra más nevada,
alejándome de las calles y de los mercados
donde caminé contigo por unas cuantas horas.
Luz...
bel... ven, poco a poco, a ver si eres capaz de venir en el momento en el cual te convoco,
a ver si eres capaz de aparecerte un solo dia de mi vida
de esta vida misarable de sacrametos,
y pretender que siempre fuimos,
cercanos.