lunes, 7 de septiembre de 2009

Meine freude

Espero no llorar más.

Me explico:
la tierra gris de nuestras ciudades negras
se alejaron tanto
que daba igual no extrañarlas más.
Las tierras se fueron volando
con el viento fuerte del sur.

Entonces ya no habían más madres de hijos muertos,
ni más hijas de padres lejanos.
no habían todas esas lejanías que siempre
condujeron al llanto.

Las palabras no son parte de la dialéctica del mundo,
no son objetos en eterna contradicción.
Las palabras no son pedazos de tierra gris
que se marchan con el viento de las
partidas.

Partidste sin contradicciòn vigente,
sin lucha de clases eterna,
sin eternidad en tus palabras que se las llevó
el mismo viento que empujaba esa misma
tierra de color gris lejos de mis ojos.

Por eso, mis ojos no llorarán más.

En momentos como hoy, como esta fría noche
en mi habitación desventanada
siento lo hermoso de la soledad
de la soledad producto del invierno más calmado
producto de los vientos fuertes y de la ausencia
de tantas lágrimas,
en estos ojos que también
vieron cómo se marchaban para siempre
tus palabras.

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