Mi infancia son recuerdos de un patio
de un patio lleno de gente y paredes sucias
de una casa llena de gente y de bulla
de un garaje con un carro viejo e inservible
de una cocina llena de ollas y
de una abuela que era mi madre y que cuando se fue
se fue el patio lleno de gente
se pintaron las paredes sucias
se llevaron el carro viejo e inservible de mis juegos
se llevaron la cocina con las ollas ahora tan vacías y sucias.
Es difícil explicar que mi infancia no fueron recuerdos de un patio de Castilla,
sino que crecí en el Corazón de Lima,
que en lugar de jardines tuve un barrio
que en lugar de campos verdes había una pista gris y un parque,
que en lugar del silencio del otoño
tuve un cielo gris y un invierno tan nublado
que aun ahora no puedo ver más allá de esos tiempos
de esos tiempos que ahora son sólo
recuerdos de una infancia en un patio, un parque, una pista y un viejo barrio
del Rímac.
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