jueves, 26 de noviembre de 2009

sturm und drang

Los límites de tiempo y espacio también se mueren.
en cada momento nunca limitamos la intensidad de las palabras
los actos se hicieron repetitivos
en cada momento que estaba presto a morir
como uno mismo.

en los espacios cercados por las mismas ganas de lo ilimitable
en el círculo que se cierra cada día
cada noche
en cada caos y estruendo
en cada tormenta y en cada fuego
en mi sturm und drang
en mi tormenta e ímpetu
solo pequeños espacios de tiempos muertos
tirados por las calles sucias donde anoche anduve simplemente intentando vivir cada día
como el ultimo.

pero en la libertad encontramos
nuestro mayor límite
en nuestro propio cuerpo el límite más estúpido
a mi propio
ímpetu
a mis propias necesidades de morir decentemente
sin tener que escuchar día a día los putos latidos
de mi débil corazón,
de mi débil cuerpo,
de mi debilidad frente a las substancias
de este intenso
mundo.

vivir me lleva a la muerte
día a día
a la muerte de mis momentos y mis espacios
a la muerte de mis tormentas más puras
de la intensidad de mi fuego inapagable
de mi música fuerte
de mi más completa anarquía
de mi más completo rechazo al mundo
a la decadencia de los estados
de los ánimos
de las ganas de vivir intensamente solo como una forma eterna e idiota de morir cada noche de la más temible
taquicardia sinusal.

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